La confesion

Una señora muy buenona (no como las que hay por ahí) va a confesarse. El cura se le queda mirando a los senos y para refrenar su deseo le dice:
- Por favor hija, váyase.
Al día siguiente vuelve la señora a confesarse y vuelta a pasar lo mismo. Al día siguiente sigue el cura la misma pauta y defendiendo sus derechos de parroquiana le pregunta al cura:
- Pero padre, es que no tengo el Derecho Divino?
- Si hija mía, y el izquierdo también!!
Jaja

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